lunes, 30 de enero de 2006

Tijuana: devuelveme mi risa (y mi bolsa)

Si digo que pensé que iba a ser un buen día, mentiría.

Despertar en la madrugada con dolor de cabeza. Caminar al estudio. A oscuras apuntar un pendiente de vida o muerte en una hoja cualquiera. De vuelta a la recámara. Regresar al estudio a revisar que la pequeña rebeldía de la hoja cualquiera no haya causado daños irreparables a la neurosis cotidiana: podría ser ocasión para despertar de nuevo. Volver a intentarlo. Otra vez la preocupación asalta al sueño. La pluma escribe más responsabilidades ineludibles.

En la Rumorosa cualquier chinita se pone contenta. Dura poco el goce y el gozo con el tránsito de la maquila en la ciudad de la eterna hora pico. Tijuana me recuerda algunos veranos de mi infancia, a mi adultez precoz. Entre el carrerío, literalmente también me recuerda a mi madre.

1era. junta: ¡en la cara no!, ¡en la cara no!
2da. junta: ¿dónde está mi protector bucal?
3er. junta: devuélveme el hígado

Llego al restaurantito de mis quereres tijuanos aún con voluntad de sparring. Frente a mí, tres pretextos femeninos para el buen humor. Alta traición a Mafalda, lo sé, pero: ¿Qué había otra cosa que no fueran sopas en el buffet?

El *30 me informa que se cancela la reunión de las 5:30 p.m. Menos mal. De nuevo la china tiene contento de Rumorosa. Paso por el abogado de la empresa. Me pide que me desvíe a Sanborn's. Cómo no. Faltaba más. Revolución y Calle 8. Estacionamiento. Direccional. Sorpresa. Un carro en reversa. Pum. Y ya el abogado, el imprudente ofendido, el policía, el "ajustador" y el abogado amigo del abogado.

Dos horas en "la ocho". Se suma el perito y el jefe del perito. -Para eso sirven los abogados, joders.

Después una breve distracción, un vidrio quebrado y una chinita sin bolso (y sin tarjetas y sin visa laser y sin chequeras y sin dinero y sin celular y ¡singado!). Ahí, en mi nariz, a 10 metros, en la misma acera. -Y no, gracias. No necesito que me repitan EL mandatory: no dejarás (ni diez minutos) tu bolso en el carro.

Ya en el hotel, a las dos de la madrugada, pienso que hay momentos en los que la mejor estrategia, es quedarse en la lona.

miércoles, 11 de enero de 2006

Todos tenemos uno

Día largo. Espíritu corto. Búsqueda breve de una rola de Iron and Wine en NPR Music. Reseña de Bettye LaVette en lo mejor del 2005. I've got my own hell to raise? Hey, ese verso es de la Fiona Apple. Amazon. Amazing. Covers de la Sinead O'Connor, Aimee Man, Joan Armatrading... Limewire. ITunes. Variaciones de un mismo tema. Pata de palo. Y la música entonces.

Qué voz. Qué album. Cuánta rabia. Cuánta honestidad. Cuánta hormona. Y sin previo aviso, antes de la razón, la emoción (lo siento señor mecanismo de defensa, ha llegado usted tarde -and don't forget the blame-). Y escuchar una, dos, tres, las diez rolas del album. Sentir la trayectoria de la lágrima sobre la mejilla. Sentir, y despertar.

Bettye LaVette rulea la noche. Me sorprendo. (Qué maravilla).


P.d. Aun no termino, deseo compartir, Mr. Sandman llega. Tal vez decida volver a este post. Mientras tanto: enjoy it.

Sleep to dream / Bettye LaVette

Sleep to dream / Fiona Apple

Little Sparrow / Bettye LaVette