Hace un rato me llamó Mr. Green: la brújula. Mi Norte. (¡Ah, el amor!).
Lo demás, los tripeos, la tristeza larga que me define porque sí, es el pasado que vuelve, la memoria: 'un sueño breve y antigüo como el tiempo, que los espejos no pueden reflejar...'. Son las otras que soy jalándome el cabello, respirando en mi oído, murmurando en las esquinas.
Cuando pongo música, callan. Entonces dejo de ser el personaje. Y amo. Y soy feliz. ¡Utamadres! Melosamente feliz.
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