Pff... me piqué con esto de las rolas pa' la Zizou y ahora no puedo dejar de bailar Zydeco (Dios! Qué sabrosooo!, jeje).
Me acordé del Daniel Lanois -master-, (el mismo que ha trabajado con el Brian Eno, con el Peter Gabriel, con el Robbie Robertson, el Jon Hasell, con las Luscious Jackson, con U2...), de su Acadie, ese cd de rolas tradicionales tan hermosas. El, french-canadian, aposentado en New Orleans (a veces), fotógrafo, académico musical non ortodoxo, guitarrista excepcional, hombre de raíces y fusiones, poseedor de la vena inconfundible de su raza: los storytellers. De los Acadianos, inevitablemente me fui a los Cajun y al Zydeco. Y salió la polka, el twist, la herencia de los leñadores irlandeses y los colonizadores británicos y españoles, la mezcla de las mezclas con los creoles y su swing negrísimo y acompasado (la misma -sí, increíble-, que tanto me recuerda a un acetato de mi madre que aún rola por aquí traído directamente desde Hermosillo. No. Villa e'jeris -que no es lo mismo-. No recuerdo cómo se llama la bandita, pero el estribillo suena y suena en mi cabecita loca: come on baby, a bailar el twist... pff! Y todos los Hurtados, Arvízus, Valenzuelas, Peraltas y Morfines -hasta Tijuana-, movíamos la patita en honor de la sangre sonorense). Ah. Los recuerdos. Luego apareció una versión zydeco más moderna, 'gris gris', con aires new waves de los B 52's (me cae que sí) y ya no pude parar ni por equivocación.
Ah, la musiquita! (I'm loosing my head, yeah, yeah). ¿Bailamos?
Los dejo con la versión original de 'lindo tu cúcu'.
Enjoy it.
lunes, 31 de enero de 2005
domingo, 30 de enero de 2005
Delirio/Laura Restrepo
En su diario, Blanca se hace la pregunta en términos más amplios, cuando especula si los momentos decisivos lo son desde el instante en que acontecen, o si por el contrario sólo se vuelven decisivos a la luz de lo que ocurre después de ellos y a raíz de ellos.
jueves, 27 de enero de 2005
A media voz/Blanca Varela
la lentitud es belleza
copio estas líneas ajenas
respiro
acepto la luz
bajo el aire ralo de noviembre
bajo la hierba
sin color
bajo el cielo cascado
y gris
acepto el duelo y la fiesta
no he llegado
no llegaré jamás
en el centro de todo
esta el poema intacto
sol ineludible
noche sin volver la cabeza
merodeo su luz
su sombra animal
de palabras
husmeo su esplendor
su huella
sus restos
todo para decir
que alguna vez
estuve atenta
desarmada
sola casi
en la muerte
casi en el fuego
copio estas líneas ajenas
respiro
acepto la luz
bajo el aire ralo de noviembre
bajo la hierba
sin color
bajo el cielo cascado
y gris
acepto el duelo y la fiesta
no he llegado
no llegaré jamás
en el centro de todo
esta el poema intacto
sol ineludible
noche sin volver la cabeza
merodeo su luz
su sombra animal
de palabras
husmeo su esplendor
su huella
sus restos
todo para decir
que alguna vez
estuve atenta
desarmada
sola casi
en la muerte
casi en el fuego
sábado, 22 de enero de 2005
Black Coffee
I’m feeling mighty lonesome
Haven’t slept a wink
I walk the floor and watch the door
And in between I drink
Black coffee
Love’s a hand me down brew
I’ll never know a sunday
In this weekday room
I’m talking to the shadows
1 o’clock to 4
And lord, how slow the moments go
When all I do is pour
Black coffee
Since the blues caught my eye
I’m hanging out on monday
My sunday dream’s too dry
Now a man is born to go a lovin’
A woman’s born to weep and fret
To stay at home and tend her oven
And drown her past regrets
In coffee and cigarettes
I’m moody all the morning
Mourning all the night
And in between it’s nicotine
And not much hard to fight
Black coffee
Feelin’ low as the ground
It’s driving me crazy just waiting for my baby
To maybe come around
My nerves have gone to pieces
My hair is turning gray
All I do is drink black coffee
Since my man’s gone away
Haven’t slept a wink
I walk the floor and watch the door
And in between I drink
Black coffee
Love’s a hand me down brew
I’ll never know a sunday
In this weekday room
I’m talking to the shadows
1 o’clock to 4
And lord, how slow the moments go
When all I do is pour
Black coffee
Since the blues caught my eye
I’m hanging out on monday
My sunday dream’s too dry
Now a man is born to go a lovin’
A woman’s born to weep and fret
To stay at home and tend her oven
And drown her past regrets
In coffee and cigarettes
I’m moody all the morning
Mourning all the night
And in between it’s nicotine
And not much hard to fight
Black coffee
Feelin’ low as the ground
It’s driving me crazy just waiting for my baby
To maybe come around
My nerves have gone to pieces
My hair is turning gray
All I do is drink black coffee
Since my man’s gone away
miércoles, 19 de enero de 2005
Desvelo de amor
A mi mamá le gustaba esta canción.
En sus últimos días, la hacía 'regresar' cantándole los primeros versos.
Entonces me reconocía. Y yo lo sabía sin que me dijera más nada. Sólo con ver su rostro, lo sabía.
Ella estaba aquí, conmigo. Por un momento. Brevísimo. Y me sonreía. Cantaba conmigo.
A veces se dejaba abrazar. Y bailábamos. No hubo baile más alegre. Ni mañana más hermosa.
No sé a dónde iba. A quién recordaba. Pero sé que este era el camino a casa.
Esta madrugada, hoy, hace un año.
Tengo un corazón que late. Una sonrisa. Toda mi ternura.
En sus últimos días, la hacía 'regresar' cantándole los primeros versos.
Entonces me reconocía. Y yo lo sabía sin que me dijera más nada. Sólo con ver su rostro, lo sabía.
Ella estaba aquí, conmigo. Por un momento. Brevísimo. Y me sonreía. Cantaba conmigo.
A veces se dejaba abrazar. Y bailábamos. No hubo baile más alegre. Ni mañana más hermosa.
No sé a dónde iba. A quién recordaba. Pero sé que este era el camino a casa.
Esta madrugada, hoy, hace un año.
Tengo un corazón que late. Una sonrisa. Toda mi ternura.
jueves, 13 de enero de 2005
De escritores
Me cuenta mi amigo J que alguna vez fue a casa de Alí Chumacero. Este le contó una anécdota: por allá por los setentas, Chumacero sufría de una terrible dolencia y no se la acababa: hemorroides. Le contó a su amigo Juan Rulfo sobre sus males. El buen Rulfo le dijo que la pasta de dientes era la solución. (Neta: "verífico"). Y ai' va Don Alí a comprar su Colgate. El resultado: infección, almost gangrena, hospitalización y -por poco-, causal de muerte. No. No era una mala jugada de Rulfo. Lo peor del caso es que ambos creyeron en las propiedades curativas de este remedio. Jeje... hasta aquí, risas incrédulas.
El lunes pasado llega mi amiga C a visitarme. Ni modo, otros güisquis. Por supuesto, no me aguanté y le conté la anécdota. Al finalizar el relato, C, muy seria, me dice con un timing maravilloso: fue ahí cuando Rulfo escribió El llano en llamas. –Sin elle, agregué.
Jajajajaja...
Sorry, tenía que postearlo, jajaja...
El lunes pasado llega mi amiga C a visitarme. Ni modo, otros güisquis. Por supuesto, no me aguanté y le conté la anécdota. Al finalizar el relato, C, muy seria, me dice con un timing maravilloso: fue ahí cuando Rulfo escribió El llano en llamas. –Sin elle, agregué.
Jajajajaja...
Sorry, tenía que postearlo, jajaja...
miércoles, 12 de enero de 2005
lunes, 10 de enero de 2005
Tunel
Siempre me ha gustado buscar los mecanismos subterráneos de las palabras. El mapa invisible que conduce al tesoro de una revelación. La puerta doble. El pasadizo secreto. Me escondo en las palabras mientras la sombra también sea ocasión para el regreso, mientras esconderme sea un acto de supervivencia. No de traición.
sábado, 8 de enero de 2005
Tercera llamada
Ni hablar. Más temprano que tarde todo acaba. Algunos somos tramposos (o pendejos o ambas) y alargamos la fe en una, dos o tres llamadas más (como si el teatro). Queremos creer (o mofarnos o ambas), como Dzib, aquel caricaturista yucateco, que 'la autopsia dirá si vive'. Pura respiración artificial. El vaho en el espejo no es más que eso (y sólo eso).
Si tenemos suerte, el vacío llega con la muerte. Aunque en realidad, el vacío llega con la presencia (lo que está es lo que hace más evidente lo que no está). Esa que nos hace tomar distancia para encontrar la mirada. Para re/conocerse (la orilla de uno es la extensión del otro). La presencia que nos recuerda al otro por lo que no es, ni será. Let's face it.
De pronto es evidente (siempre lo ha sido): la presencia es ajena. La presencia es insuficiente. El otro no está (y es una lástima, porque somos mejores a través de su espejo). Llega el vacío. Y uno se pregunta si el vacío es la muerte. Y uno se pregunta si ese vacío es el otro vacío. Un hueco, todos los huecos. Y en un afán menos fatalista y más humano, uno descubre que es más sencillo de lo que parece. Alguien se fue: un fulgor, un trueno (un solo, un atormentado, un monstruo), la posibilidad de un afecto.
Esto no es una elegía. El intercambio de palabras no es, siquiera, un roce. La admiración tampoco. Menos el temor hacia lo que no es como uno (lo que nos hace quedarnos en la isla, no tender un puente: cruzarlo). No es tampoco una palmada en el hombro, lo condescendiente. O un gesto de solidaridad: mi voz no es la voz del hombre que amo. Esto no es una apología.
Sólo son mis palabras, tómalas.
La mano que empuño también sabe extenderse.
Si tenemos suerte, el vacío llega con la muerte. Aunque en realidad, el vacío llega con la presencia (lo que está es lo que hace más evidente lo que no está). Esa que nos hace tomar distancia para encontrar la mirada. Para re/conocerse (la orilla de uno es la extensión del otro). La presencia que nos recuerda al otro por lo que no es, ni será. Let's face it.
De pronto es evidente (siempre lo ha sido): la presencia es ajena. La presencia es insuficiente. El otro no está (y es una lástima, porque somos mejores a través de su espejo). Llega el vacío. Y uno se pregunta si el vacío es la muerte. Y uno se pregunta si ese vacío es el otro vacío. Un hueco, todos los huecos. Y en un afán menos fatalista y más humano, uno descubre que es más sencillo de lo que parece. Alguien se fue: un fulgor, un trueno (un solo, un atormentado, un monstruo), la posibilidad de un afecto.
Esto no es una elegía. El intercambio de palabras no es, siquiera, un roce. La admiración tampoco. Menos el temor hacia lo que no es como uno (lo que nos hace quedarnos en la isla, no tender un puente: cruzarlo). No es tampoco una palmada en el hombro, lo condescendiente. O un gesto de solidaridad: mi voz no es la voz del hombre que amo. Esto no es una apología.
Sólo son mis palabras, tómalas.
La mano que empuño también sabe extenderse.
viernes, 7 de enero de 2005
jueves, 6 de enero de 2005
Piquetitos
Hay una rola de Marla Glenn que me viene a la mente con las pequeñas traiciones. La rola me gusta. Es, digamos, hasta inspiracional -whatever that means-: Enough is enough. El coro, un canon. Pff. Enough is enough (no more wars). Enough is enough (no more suffering). Qué rola. Hay líneas que me parecen sosas. No importa, la melodía llena mis oídos; mi corazón: un fuelle, un puño que se abre y cierra. Es decir, puedo disfrutarla sin el azote de drama queen, sin sentirme como bote pateado en una cascarita callejera. Lo que permanece, eso sí, es lo involuntario: la memoria del corazón: los 'calambres en el alma'. Nada qué hacer contra esos piquetitos. Hasta me gustan. Son un recordatorio de lo evidente: estoy viva. Yupi ye.
domingo, 2 de enero de 2005
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